Tuesday, October 06, 2009
TEMPLO DEL AMOR
No te detengas nunca
cuando quieras buscarme.
Si ves muros de agua,
anchos fosos de aire,
setas de piedra o tiempo,
guardia de voces, pasa.
Te espero con un ser
que no espera a los otros:
en donde yo te espero
sólo tu cabes. Nadie
puede encontrarse
allí conmigo sino
el cuerpo que te lleva,
como un milagro, en vilo.
Intacto, inajenable,
un gran espacio blanco,
azul, en mí, no acepta
más que los vuelos tuyos,
los pasos de tus pies;
no se verán en él
otras huellas jamás.
Si alguna vez me miras
como preso encerrado,
detrás de las puertas,
entre cosas ajenas
piensa en las torres altas,
en las trémulas cimas
del árbol arraigado.
Las almas de las piedras
que abajo están sirviendo
aguardan en la punta
última de la torre.
Y ellos, pájaros, nubes,
no se engañan:
dejando que por abajo pisen
los hombres y los días,
se van arriba
a la cima del àrbol,
al tope de la torre,
seguros de que allí,
en las fronteras últimas
de su ser terrenal
es donde se consuman
los amores alegres,
las solitarias citas
de la carne y las alas.
cuando quieras buscarme.
Si ves muros de agua,
anchos fosos de aire,
setas de piedra o tiempo,
guardia de voces, pasa.
Te espero con un ser
que no espera a los otros:
en donde yo te espero
sólo tu cabes. Nadie
puede encontrarse
allí conmigo sino
el cuerpo que te lleva,
como un milagro, en vilo.
Intacto, inajenable,
un gran espacio blanco,
azul, en mí, no acepta
más que los vuelos tuyos,
los pasos de tus pies;
no se verán en él
otras huellas jamás.
Si alguna vez me miras
como preso encerrado,
detrás de las puertas,
entre cosas ajenas
piensa en las torres altas,
en las trémulas cimas
del árbol arraigado.
Las almas de las piedras
que abajo están sirviendo
aguardan en la punta
última de la torre.
Y ellos, pájaros, nubes,
no se engañan:
dejando que por abajo pisen
los hombres y los días,
se van arriba
a la cima del àrbol,
al tope de la torre,
seguros de que allí,
en las fronteras últimas
de su ser terrenal
es donde se consuman
los amores alegres,
las solitarias citas
de la carne y las alas.
Pedro Salinas
Razón de amor
Razón de amor
LA ESENCIA HUMANA
No existiría la Piedad
sinó hiciésemos que alguien sea Pobre;
y no habría Compasión
si todos fuesen tan felices como nosotros.
Y el miedo mutuo trae la paz,
hasta que los amores egoístas lo acrecientan;
entonces la Crueldad hurde un trampa
y extiende sus cebos con cuidado.
Se sienta con temores santos
y riega el suelo de lágrimas;
entonces la Humildad asienta sus raíces bajo su pie.
Pronto se extiende el temor de la sombra
del Misterio sobre su cabeza;
y el gusano y la mosca
se alimentan del misterio.
Y ofrece el fruto del Engaño
encarnado y dulce al gusto;
y el cuervo su nido ha construido
en sus sombras más profundas.
Los Dioses de la Tierra y del Mar
buscaron en la naturaleza para hallar este árbol:
más en vano fue toda su búsqueda:
crece aquel en el cerebro humano.
sinó hiciésemos que alguien sea Pobre;
y no habría Compasión
si todos fuesen tan felices como nosotros.
Y el miedo mutuo trae la paz,
hasta que los amores egoístas lo acrecientan;
entonces la Crueldad hurde un trampa
y extiende sus cebos con cuidado.
Se sienta con temores santos
y riega el suelo de lágrimas;
entonces la Humildad asienta sus raíces bajo su pie.
Pronto se extiende el temor de la sombra
del Misterio sobre su cabeza;
y el gusano y la mosca
se alimentan del misterio.
Y ofrece el fruto del Engaño
encarnado y dulce al gusto;
y el cuervo su nido ha construido
en sus sombras más profundas.
Los Dioses de la Tierra y del Mar
buscaron en la naturaleza para hallar este árbol:
más en vano fue toda su búsqueda:
crece aquel en el cerebro humano.
William Blake
Canciones de Experiencia
Canciones de Experiencia
Subscribe to:
Posts (Atom)