Con experiencia en malas
interacciones sociales, aprendes a relativizar las heridas, con menos tiempo.
Este método, ya se extiende a personas más cercanas, cuando me afecta su
indiferencia o las palabras hirientes. Pensar que son seres muy próximos a mi
entorno y me hablaran, tarde o temprano, no me ayuda demasiado. Mi
estrategia es centrar la atención en mis objetivos personales. Tomé esta
decisión, al comprobar las actitudes de indiferencia y altanería de ciertas
familiares que no han tenido la decencia de presentarme la nueva descendencia.
Feo, por su parte, sí! Pero yo he aprendido a focalizar mis energías hacia mi
propio proyecto de vida compartida.