Hoy he aprendido dos cosas importantes:
La primera: dar margen a las personas que lo necesitan, por alguna razón. Muchas veces, los estados de ánimo no coinciden y más vale no forzar la situación y hacer sentir incómodo al receptor.
Le he llamado
para darle buenas
noticias que es lo que necesita en estos momentos.
Ains, te quiero. Todo se arreglará.
La segunda: A aceptar mi rumbo de vida. Eso no significa conformismo. Todo lo contrario. Pero significa aceptar las decisiones que he tomado respecto a lo que hago con mi vida. Yo misma hubiera podido continuar en aquel infierno por no estar en el paro. La oferta la tenía encima de la mesa, pero decidí estudiar para hacerme valer en el puesto de trabajo y eso lo complico todo. Después, hacía muchos años que no
disfrutaba de un verano con mi pareja. Lo más fácil, para no padecer por falta de recursos
económicos, hubiera sido aprovechar mis estudios universitarios y perder las noches y los fines de semana en centros educativos para ganar bastante "
cash". Pero hubiera sufrido de día, por perder el tiempo durmiendo sin poder verte. Esto desgasta mis
energías y baja mis defensas. El verano que he pasado contigo, no lo cambio por ningún capricho caro o una cuenta generosa en el banco, aunque me queje de lo mal que llevo el ahorro. He aprendido a vivir sin
comprarme tantas cosas y lo más importante, cada
día conozco más cosas de ti ( las que te gustan y las que te disgustan). Aprendemos a relacionarnos. Tener las ideas claras, para mi es crucial. Lo que quiero decir con todo esto ( te lo explico de todos modos porque se me da mejor
manifestar mis pensamientos de forma escrita que de forma hablada y porque sé que tú lo puedes entender con más tranquilidad) es que tampoco conviene
esclavizar se allá donde no valoran tu trabajo. No vale la pena trabajar más, no te lo valorarán más. Esto nos pasará en todos los lugares de trabajo. Todo es complicado. Aunque no hay que perder la salud, física y mental. El dinero no lo es todo y si nunca nos falta, trabajaremos manga por hombro para conseguirlo. Aunque me preocupa, yo no pierdo la esperanza. Si la hubiera perdido no enviaría
currículos. Y si
necesito dos trabajos, no dudaré en enviar
cien mil
currículos más. Sigo buscando mis oportunidades... mientras pueda. En fin, me preocupa tu
bienestar y ganar dinero no debe ser equivalente a encadenarse a nada.