Wednesday, December 29, 2010

REFLEXIONES 2010

Me pienso, me busco ya veces no encuentro nada. Son esas escenas tontas que se hacen a la fuerza para responder a las expectativas sociales que tienen los demás sobre ti con el objetivo último y egoísta d'esperar una respuesta positiva a tu favor a cambio. A cambio de que ? De permanecer sentada en una silla hablando de el único tema que os une: La educación. El resto, silencios incómodos que constatan cada vez más que no vivís ya en el mismo mundo y que las fiestas de cumpleaños entre "amig@s", a mi edad y mi forma de ser, me vienen grandes y me resultan absurdas. Aunque dicho sea de paso, el momento con las luces apagadas, esperando a la víctima de la sorpresa, es tan tonto que hace gracia, en el buen sentido de la palabra. Supongo que por el lado infantil que tengo.

Y el corazón te da punzadas por no estar a gusto socialmente en tu entorno. No es donde quiero estar, siento. Mi corazón me pide estar cerca de mi más preciado tesoro: mi pareja. Lamento a menudo su ausencia. Es la única persona con la que quiero estar y no puedo. Me invade la impotencia y la impaciencia al no poder estar contigo, tú que haces que me sienta a gusto y tenga ganas de vivir. Pero tienes tus prioridades , apenas te veo y debo resignarme.  Te quiero más que a mi misma, aunque el orgullo me coma.  No puedes negar que ando detrás de ti y que por ti, me arrancaría el corazón para darte la vida. Por otro lado, en lo que concierne a las exigencias académicas, lamento que pienses que no tengo la voluntad para ayudarte, pues lo que me falta son fuerzas, ánimos y concentración. No tiene nada que ver con ajudarte más o menos, es mi bajo estado de ánimo . 

No me entiendo a mi misma, soy demasiado sensible  y me lo tomo todo como un ataque personal. Esos son mis peores defectos, además de mi orgullo. Hablo más de la cuenta hasta hacerme pesada y mis tonterías no hacen gracia a nadie. En general, me he acostumbrado a hacer mis cosas, dormir y que las personas de mi entorno, ni me escuchen ni me hagan caso. Incluso me siento cómoda. Mi cuerpo, mi mente y mi estado de ánimo no aceptan los cambios en ese sentido, pues quieren estabilidad. Me he acomodado a vivir así y se vive bien, a veces. Aunque me cueste tragar que no soy aceptada y bien querida, responder a las expectativas sociales que supone, me abruma y me agobia de tal manera que me puedo pasar una noche entera llorando. Me cuestan los cambios, soy conservadora, ordenada, rencorosa y un poco dependiente. Me gusta recibir algo de lo mucho que creo que doy, pero es un aspecto muy difícil y peliagudo de tratar.  Me presiono a mi misma por dar una buena respuesta social para que todo el mundo este contento y al final siempre me equivoco y la infeliz soy yo. Toda mi vida respondiendo a las expectativas y tareas de los demás y nunca tengo tiempo de pensarme.  

En el ámbito laboral tampoco destaco en nada. Podría hacer cosas grandes ? No. Una mirada pesimista, pero no por eso, menos realista. Tu, cariño, sí puedes hacerlas.


No puedo hacer resoluciones para el 2011, demasiado por hacer.