Sunday, December 29, 2013

ABOUT CINEMA: LO INCOMODO EN EL CINE DE WKW PARTE I

"Cualquier manifestación y/o marca enunciativa rompe, o al menos desequilibra la transparencia. Rótulos, narradores internos o externos, resquebrajan la comodidad del espectador y su estado de fruición. Son "voces" que no se ajustan al modelo interpretativo dominante y provocan la participación crítica (insistimos: distancia)".

Francisco Javier Gómez Tarín.
"Wong Kar Wai. Grietas en el espacio-tiempo"


“2046”, de principio a fin, está repleta de simbología, rótulos, reflexiones y la voz narrativa – quizás interior – del protagonista. Aparentemente, no se intuye que esos elementos pueden incomodar al espectador, hasta el punto de abandonar el cine o negar-se a visionar esta obra, una vez más. 

No obstante, con afán de entender la predisposición inicial del público – tan amateur cómo yo, por aquel entonces – considero que las reflexiones personales, pudieran ser un desencadenante de actitudes tan negativas.

“Todos los recuerdos son surcos de lágrimas”, aparece al minuto cinco del largometraje como provocación emotiva. En este caso, la evocación no refleja la escena –inmediatamente – posterior, pero predispone al  espectador a un estado de ánimo triste, patente en todo el film. Hay personas que muestran reticencias para volver al pasado. Y aquellas que ven sus sentimientos reflejados en las escenas fílmicas, se pueden llegar a sentirse incómodas; sobre todo, si logran arrancar alguna lágrima. 

“Cuando la peonia florece, se queda hervida y luego desaparece. ¿Significa eso un sí o un no?” Esta reflexión es, sin lugar a dudas, la más abstracta, metafórica y, - quizás – más personal del largometraje. La encontramos casi al final del film, en el minuto 1:52. Recuerdo que las primeras veces que la escuché – porque aparece escrita en chino-, me desconcerté y me resultó curiosa, a la vez. Estaba confundida y anonadada por cualquier detalle o sensación evocada. Jamás busqué el argumento ni quise saber, a ciencia cierta, el argumento del largometraje. Con mis múltiples visionados, aprendí a otorgar mi propia interpretación. Para mí, este pensamiento indica una oportunidad, un posible punto de inflexión en su recorrido real por el recuerdo y el pasado que, a mi parecer, queda bien recogido en el texto literario que cierra el film: “ No miró hacia atrás. Era como si hubiera subido a un tren muy largo, rumbo a un futuro somnoliento a través de la insondable noche”.
 
Aun así, el film parece abierto a distintas interpretaciones, a instancia del director, no sujeto a los parámetros homogéneos del cine contemporáneo. Al final, quizás el espectador este confundido con la voz narradora y la voz de las representaciones/ interpretaciones ficticias de nuestro protagonista: el sr. Chow. Quizás están extrañados porque les parezca que han empatizado con los sentimientos de los personajes, pero desconocen sus causas objetivas – la llamada distancia, sugerida por el director. Conocen el efecto que provocan las historias, pero no las causas. Por ello, el espectador puede desertar el visionado, molesto o buscar respuestas a sus preguntas,  aunque sin el éxito esperado.