Me suele ocurrir que me precipito al hacerme conclusiones de los demás según como actúan conmigo. Hoy me ha pasado y he tenido que rectificar, pedir disculpas por mi equivocación. No me supone ningún sacrificio pedir perdón, si hay que hacerlo ( aunque a veces me pueda el orgullo, el perdón es de corazón)
Me acostumbra a pasar con personas que de alguna manera me la han jugado o me han mostrado una actitud deshonesta en el pasado. Estas cosas se perdonan, si los demás te importan. Pero nunca se olvidan.
1 comment:
Buena sintesis de mejores ideas: perdon de corazón, pero no olvido y el, casi siempre funesto, papel del " orgullo " en todo esto.
TQM
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