Después de tantos días sin escribir quizás llegue un post esperado, pues en este caso hablamos de la autora de
este blog y los valores que representa; dentro los cuales destaco el que es más
importante para mí: el amor. Pero qué es el amor?
Conocí el amor muy joven (19 años) de la mano de un buen chico que me
atraía por su halo de misterio, por su físico y por su voz. No sabéis cómo una voz puede
dar consuelo y estabilidad cuando te encuentras perdida. Por aquel entonces no
sabía qué hacer con mis estudios y estaba sometida a los primeros problemas de
salud que mi familia ya acarreaba. Intuí que el amor era ayuda, consuelo y querer
el bien del prójimo. Sus buenos consejos me ayudaron a pasar de curso y aprobé
la selectividad, matriculándome a la universidad. Para celebrar-lo tuvimos nuestra primera cita
no oficial. Me llevó a la facultad de filosofía, para ver sus cualificaciones académicas.
Debí suponer las intenciones y el interés que tenía para él, mostrar-me sus
logros en los estudios, pero la verdad es que la inocencia en el terreno de la
conquista y la nueva experiencia, secuestraron estas percepciones. Lo mismo pasó
con esa tienda tan especial de cómics. Volvimos a casa, creo, con buena impresión
el uno del otro.
La universidad para mí fue una liberación en todos los sentidos – geográfico,
cambio de sistema educativo, nuevos aprendizajes, nuevos objetivos, nuevas
amistades, nuevas percepciones, nuevas experiencias,… LIBERTAD, en definitiva.
Por mi timidez, poco me imaginaba que en mi primer año iba a tener
mi declaración de intenciones, la noche de Halloween del 2000. Mi incredulidad y desconfianza, me empujaron a decir que no, contra mi deseo
interior de expresar un sí. Fue una noche
especial para mí pero me sentía confundida. ¿Se habría burlado de mí? Al fin y al cabo sólo conocía el amor platónico
tonto para distraerse en las fiestas bodrio con mis amigas. Y a él, no lo
conocía tanto. Aún así, me arrepentí de la negativa y lo llamé para abrir una
ventana al amor. El amor es también experimentar, en el sentido de ponerse a
prueba un@ misma. Empezó para mí una nueva aventura y de qué manera! Quince
días después de mi llamada recibía un mensaje analógico para vernos. Y qué cita! …qué
nervios, delante el mar! Y qué primer beso más mullido y tierno! Recuerdo que no pudimos
parar de besarnos en toda la tarde. A partir de entonces, todas las citas eran a escondidas
a la ciudad condal, saltándome yo algunas clases en la universidad. Mi
corazón latía a cien por hora en los pasillos del metro y mi barriga me mataba a
retortijones hasta que aparecía él. Esto ya eran los fuegos artificiales del
amor. En estos días también aprendí que el amor
no es comprar al otro con regalos. Yo
fui detallista con él y el me regaló un libro sobre amor que ya había leído,
romántico –eso sí – “Las penas del joven
Werther”, - preciosa historia de un amor no correspondido. Con tal felicidad, no podía ocultar mi estallido de amor en mi
rostro. Empezó el tercer grado en casa y los
consejos sobre cómo llevar una relación. Mi argumento a favor fue la protección
que sentía cuando estaba a su lado; sentimiento que se desvanecía con la
distancia. Pues el prefería ir de juerga con sus amigo, los fines de semana e
incluso tener algún que otro encuentro fortuito, aparentemente inocente.
Algo no iba bien, pues creía que el
amor es sentirse orgulloso de la persona escogida. Pero me sentía totalmente
apartada de esta creencia, no valorada, escondida, cómo si se avergonzara de mí.
Decidí dejarle, muy a mi pesar. Mis amigos, familia,… me animaban a
conocer otros chicos y me organizaban algún encuentro. Aún así, no pasaba nunca de la primera cita porque no podía quitarme-lo de la cabeza. Puede negar alguién que me había enamorado ?
Pasaron algunos meses y el con un estallido de atención y comunicación
impulsiva que, finalmente, provocó un nuevo encuentro fortuito, a escondidas y
saltándome mis clases, de nuevo. En este caso, me sentía desprotegida porque
no podía contar a nadie mi vuelta al ruedo. Así pues, seguí con mi vida amorosa sin dar tanta
importancia al fuerte impacto y vértigo que los sentimientos amorosos me provocaban. El esfuerzo y
el disimulo fueron las constantes en mi rutina diaria, intentando pasar por
alto mis escarceos amorosos con él. Pude tirar la toalla por diferentes motivos pero no lo hice por amor y por una noche – en estas festividades- cuando sacaste una
nota de tu cartera que lo cambio todo “ Pude perderte (…)” . Lo recordaré toda mi vida. Me
sentí valorada. Aprendí que el amor es
también miedo a perder al otro cuando afloran sentimientos. Hubo una época en que hablamos con confianza,
lo compartíamos todo, teníamos proyectos creativos que los dos llevábamos a
cabo, maravillándonos el uno del otro. Yo me sentía cómplice de tus gustos, intereses
y te acompañaba gustosamente en todas tus propuestas.
La Pedagogía, desde mi punto de vista, lo empeoro todo. Tus exigencias académicas,
el encierro, la distancia obligada y la incomprensión por mi situación personal
destruyó y quemó una etapa de consolidación o si quieren, asentamiento de los
cimientos de nuestra casa. Pude tirar la toalla, estuve muy a punto y no lo hice. Con todo ello, llevo 15 años de amor y
entrega.
Hoy me siento como si hubieran pisoteado todas esas cupcakes. Simbolizan
15 años de il·lusión, entrega, empatía, perdón, honestidad y amor
incondicional. Creo que tu egocentrismo, competitividad,
instinto autodestructivo, falta de interés, menosprecio de los regalos y,
sobretodo, tu juego de la verdad, no son factores constructivos para nuestra relación. Del mismo modo que no lo fue mi histerismo, impulsividad y malhumor. Utilicemos el
raciocinio al menos para no tener que disculparnos constantemente.
Te recomiendo que disfrutes con las pequeñas alegrías, los detalles, que muestres tus sentimientos y sé feliz a pesar de las desgracias.
Yo he aprendido que el AMOR TODO LO PUEDE, no lo pongas tanto a prueba, inncessáriamente. AMOR és HONESTIDAD -consigo mismo y con los demás - , no es la verdad cuando a un@ se le antoja. La verdad puede ser deshonesta y desconsiderada. Nadie tiene la verdad.
Te recomiendo que disfrutes con las pequeñas alegrías, los detalles, que muestres tus sentimientos y sé feliz a pesar de las desgracias.
Yo he aprendido que el AMOR TODO LO PUEDE, no lo pongas tanto a prueba, inncessáriamente. AMOR és HONESTIDAD -consigo mismo y con los demás - , no es la verdad cuando a un@ se le antoja. La verdad puede ser deshonesta y desconsiderada. Nadie tiene la verdad.
VERSIÓN BETA ( 29/12/14)
El raciocinio y la
objetividad me permiten ver hoy, las cosas de distinta forma y me equivoque en
adjudicar algunos términos a mi definición de amor.
En realidad,
luchar por el amor o por lo que crees y quien quieres no es perder la dignidad
ni obligar al otro a nada. Si lo quiero, debo aceptarlo con sus virtudes y sus
carencias.
Me siento
orgullosa de lo que he logrado, aunque debí asimilar mejor que los resultados
en todo proceso educativo no se pueden dar o tienen lugar a largo plazo.
Ahora siento que
perdí el timón y el rumbo de mi barco cuando todo mi mundo se cayó. Una vez
supe reaccionar y tener mi identidad sin obligar al otro a ser como yo quiero.
Eso me diferenció del otro y salí ganando.
Para mi cuaderno
de bitácora debo rectificar y emprender un camino donde la honestidad empieza
en vivir y dejar vivir.
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