Thursday, February 19, 2009

REIVINDICACIÓ: NO ÉS NOMÉS UN ESPAI

DER SINN DES LEBENS

" Descubrir " un supuesto " sentido de la vida " es una tarea irrenunciable - digan lo que digan los diversos relativismos de todo pelaje - para la Filosofía. Aunque, encontrar una formulación: exacta, normativa, evidente e, incluso, aséptica, parece que ya no nos es posible. Almenos la Filosofía ha llegado a esta conclusión, más o menos general, en nuestra época. Sin embargo, lo que sí es posible es encontrar pistas para seguir la buena dirección, el camino correcto.

Heidegger, a nuestro entender, da alguna indicación fundamental; leámoslo:

" El tiempo es de penuria porque le falta el desocultamiento de la esencia del dolor, la muerte y el amor. Es indigente hasta la propia penuria, porque rehuye el ámbito esencial al que pertenecen dolor, muerte y amor. Hay ocultamiento en la medida en que el ámbito de esa pertenencia es el abismo del ser ".

Martin Heidegger ¿ Y para qué poetas ?

Sea dicho por adelantado que no entraremos a interpretar a Heidegger por sus palabras, dicha tarea se nos antoja titánica y se escapa al modesto propósito de este escrito. Analizaremos pues algun sentido de lo antedicho.

Vivimos un tiempo natural de penuría, hay muestras de éllo a lo poco que uno se asome a la ventana o asista a la información del Mundo que se nos da. Sin embargo, nuestra época en este sentido no es diferente a otras sino por lo dramático del alcance de la penuria misma. Vivimos una penuria humana mundial. Es importante percatarse de la verdad esencial de lo antedicho, puesto que si uno está convencido de que estamos hablando de una condición de existencia socio-económica, no podrá entender realmente nada de lo que se dice aquí. La penuria, no es estrictamente económica, de hecho la preocupación estricta por lo económico es un sintoma claro de tal decadencia. Hablamos de la condición humana en cuanto mortal. Lo mortal significa lo finito y, no entender propiamente el carácter finito del hombre es la penuria misma. La condición humana conlleva : dolor, la muerte y el amor de un modo eminente. Son categorías fundamentales del ser humano. Sin embargo, la penuria se cierne sobre una época en la que los hombres han olvidado o despreciado tales categorías, de hecho, la penuria es fundamental porque el olvido alcanza al olvido mismo. No se acuerda el hombre contemporáneo que le es imprescindible interrogarse por la esencia de tales categorías. No sólo éso, sino además la penuria llega a la más extremada indigencia. El hombre ni se interroga ni entiende que tales categorías son eternas en cuanto mortal. Sin dolor, muerte ni amor no hay hombre, tal indigencia hace al hombre sólo pretender aliviar el dolor, atrasar la muerte y desdeñar el amor - rehuye el ambito esencial, nos dirá Heidegger. La pérdida de sentido es total si es incapaz de entender que nunca aliviará totalmente el dolor, nunca vencerá la muerte y no puede menospreciar el amor si quiere vivir una vida auténtica en cuanto hombre. Tan sólo, es un ocultamiento que casi ha logrado su éxito - de ahí la penuria -: se ha ocultado y ha ocultado el sentido de la mayoría de los hombres, gran parte de su tiempo. Pero el dolor, la muerte y el amor están inextricablemente siempre casi-presentes para recordarle - se presentan en momentos de crisis - que tan sólo está viviendo un ocultamiento. Dicho ocultamiento en su forma generalizada supone la indigencia extrema, nota dominante de la penuria del ser humano. El hombre sólo recuperará su dignidad en cuanto tal, cuando asuma interrogarse " metafísicamente " - por tanto desocultar y desocultarse - respecto al abismo que supone ser; dicho en otras, palabras, respecto al abismo que supone existir propiamente en cuanto finito: dolorido, mortal y amante.


En aquesta bitàcora t'has construit com a persona en tots els sentits. En aquesta bitàcora has reflexat tot el que saps, tot el que penses, tot el que vas aprendre a la universitat de Filosofia. En aquesta bitàcora hi ha reflectida la teva evolució personal i la nostra història d'amor.

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