ANTES Y DESPUÉS

Reconozco que antes de echarme una siesta esta tarde, se me han saltado las lagrimillas y se me ha pasado por la cabeza cancelar las cita de mañana con ella. Incluso se me ha pasado por la cabeza dejarle um sms en el teléfono avisando que no tengo ganas de verla- pero eso seria actuar como una cobarde- , total para lo que me tiene que contar.
Llegados al punto en que decir la verdad, es ser mal educado o perder lo que tienes, mi papel es el de callar y aguantar, creo, aún sabiendas que los demás no me aceptan cuando digo la verdad.
Me he levantado pensando o mismo, aunque no he llevado a cabo la acción, no sé muy bien porqué.
Quizás estoy dando las últimas oportunidades para que me demuestren lo egoístas y desconsideradas que son, lo ocupadas que están y el poco sentido que tienen sus vidas, desde mi punto de vista. En fin, en mi trayecto a la biblioteca, pensaba: " pero porque esa clase de personas tienen más suerte que yo. Es decir, no tienen que ir detrás de los demás para recibir atenciones..."
No lo sé y debo pretender que no me importe, aunque constantemente piense que no lo merezcan. Yo ni siquiera tengo autoridad para ser escuchada la mayoría de las veces. Por eso, me entiendo yo sola, estableciendo diálogos interiores improductivos que acabaran por volverme loca.