THE ASSAULTS OF THE INSECTS

Este verano los insectos no me han dejado vivir. Cuántas noches me he levantado por las molestias que estos bichos han dejado dentro de mi piel. Jabón, agua, hielo, vinagre, bicarbonato, cortisona y repelente. Esas acciones se han repetido dos veces en una misma noche. Cuando una ha podido conciliar el sueño, los picores y la escoçor vuelven a aparecer y, otra vez, te levantas con malas pulgas intentando aliviar la piel y te das cuenta que te han mordido !!!!

A juzgar por la forma que tiene esta herida, una no puede dejar de pensar en que tipo de bicho es capaz de morder de este modo. La respuesta no se encuentra en la picadura de un mosquito común, sinó en la mordedura de un diminuto insecto de apenas 3 a 6 milimetros, conocido como la mosca negra. Este insecto de la família de los simúlidos, no pica, literalmente muerde. Su marca no se nota al principio, ya que segrega con su bocado un anestésico, un vasodilatador y un anticoagulante; pero el resultado es una picadura rojiza, sangrante y con una considerable inflamación de la zona. Dolorosa y molesta, siempre se agrava más en personas con mayor sensibilidad.
La mosca negra tiene un radio de acción de unos 20 kilómetros desde el lugar donde cría, pero puede llegar a 50 kilómetros. Su hábitat son los ríos y torrentes, ya que allí depositan sus larvas, que son subacuáticas y se desarrollan en aguas, generalmente, más oxigenadas.