He tenido una corta pero intensa conversación en caliente con mi marido respecto el tema de lío familiar. Sus argumentos son comprensibles, aunque no sean los deseados para mis padres. No es un capricho, ni una actitud. Es nuestra promesa desde nuestros principios. De manera que no valen discusiones posibles. No es un camino fácil, pero la vida no lo es y toda decisión conlleva sus propias consecuencias. Yo decidí no forzar ninguna situación innecesaria y prometa mantenerla, aunque comporte sacrificar según que cosas. Lo que ocurre es que resulta tan difícil lidiar con los progenitores cuando más inevitable es la situación .
Odio las comilonas familiares. No me gusta que me obliguen a mi. No deben obligarle a él y menos si han estropeado un proyecto común: unos días juntos fuera de casa. No se lo merecen.
Yo tampoco me merezco que me organizen la vida. Tarde o temprano voy a desfilar de casa y esa situación va a resultar del todo evitable.
P.D.: Para ello necesito todo el soporte moral de mi marido y la seguridad de que siempre estará a mi lado.
2 comments:
La seguridad por mi parte la tiene plenamente. Me alegra leerla en otro tono, pensando más en nosotros y nuestra forma de entender la relación.
La quiero
Si. Es lo que pensé después de hablar contigo por teléfono.
Esta vez me lo han puesto muy difícil. No sé que pasará. Todavía faltan unos días.
Gracias por el soporte y la seguridad.
I LOVE YOU TO THE END.
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